Varices esofágicas

Los genios más grandes deben morir así

Charlie Parker rompió literalmente una garrafa de tinto después de grabar Lover man, dio un trago y estrelló la botella en el vidrio que separaba la consola de los músicos. Y también rompió la estructura del ragtime y el swing, entristeció la música festiva de las bigband, con él nació el bebop, la síncopa, la armonía y la sección rítmica fue más veloz y enfocada a la nostalgia. Si se escucha su jazz y no dan ganas de morir a los 35, no sirve el oído, o no sirve el sistema límbico o se es tan frío como el scotch con hielos.

Chralie Parker con Monk en el Open Door. Foto: Bob Parente

Nacido en agosto 29 de 1920, solo soportó 35 años, pero ha sido objeto de múltiples homenajes en obras literarias, como “El perseguidor” de Cortázar: “Nadie se atreve ya a prestarle un instrumento a Johnny, porque lo pierde o acaba con él en seguida. Ha perdido el saxo de Louis Rolling en Bordeaux, ha roto en tres pedazos, pisoteándolo y golpeándolo, el saxo que Dédée había comprado cuando lo contrataron para una gira por Inglaterra. Nadie sabe ya cuántos instrumentos lleva perdidos, empeñados o rotos. Y en todos ellos tocaba como yo creo que solamente un dios puede tocar un saxo alto”

Parker era reservado pero cada vez que el saxo estaba, soplaba y sus dedos hacían siempre algo extraordinario; bebió en demasía, se inyectó no se cuanta heroína y codeína, estuvo en el radar siempre de la policía, agotó sus posibilidades con las mujeres por la infidelidad y terminó en el psiquiátrico de Camarillo. Otro gran homenaje le hizo Clint Eastwood dirigiendo la película “Bird” y dio en el punto con Forest Witaker, quien personificó al músico. Esa cinta es un gran trabajo biográfico sobre… estoy entre Parker, Coltrane, Armando Noriega y mi querido amigo Diego Maroto, quien han destruido mi conciencia con su forma de darle play al sax.

No por nada Jack Kerouac también tomó los elementos musicales de Parker para escribir, sabemos que el artífice de los beats fue Neal Casady y dio origen a “On the road, pero el saxofonista contribuyó en mucho a novelas posteriores.

El lugar de “buena muerte” se llamaba el Open Door, tocaba Thelonious Monk, junto con el gran baseman Mingus y Ron Haynes en batería, en ese momento se encontró Parker con Jack Kerouac y nació ese otro gran libro: “Los Subterráneos”, donde el escritor beat hace un gran documento sobre la escena del Jazz. En mi opinión es el gran libro sobre el bebop, que por supuesto la música de Parker es un compendio de desamor. Como aquel gran experimento que hizo con Parker “With strings”, un disco clave en el jazz, en ese tiempo no había fusiones y como a Charlie le habían quitado su licencia de músico por sus adiciones, solo podía tocar en lugares que no vendieran alcohol y se le ocurrió tocar con una banda llena de cuerdas, es decir violín, viola y violonchelo, además de la sección rítmica de habitual. Ese acetato es mi gran joya: el master “Takes” que hizo Verve Records y me quedo con “Stella By Starlight, de Ella Fitzgerald.

Parker si era como buda

Charlie Parker by Jack Kerouac

Charlie Parker looked like Buddha
Charlie Parker, who recently died
Laughing at a juggler on the TV
After weeks of strain and sickness
Was called the Perfect Musician
And his expression on his face
Was as calm, beautiful, and profound
As the image of the Buddha
Represented in the East, the lidded eyes
The expression that says “All Is Well”
This was what Charlie Parker
Said when he played, All is Well
You had the feeling of early-in-the-morning
Like a hermit’s joy, or
Like the perfect cry of some wild gang
At a jam session
“Wail, Wop”
Charlie burst his lungs to reach the speed
Of what the speedsters wanted
And what they wanted
Was his eternal Slowdown

HIPSTER BE BOP

No recuerdo cuándo fue la primera vez que estuve junto a un junky,
quizá haya sido cuando comencé a beber;
y posiblemente
lo que desencadenó haberme dado cuenta que
desde hace tiempo era «algo así» como un hombre-derrotado,
fue dormir durante varios meses frente a la puerta de la casa de Idalia,
con el bop saliendo de mi walkman a todo volumen,
cargando una vieja edición norteamericana de «On the Road»;
y mientras,
conversaba con ancianos raquíticos,
y pensaba en Idalia como una hipster;
no tan desarrapada como Esperanza Villanueva (Tristessa),
pero sí desecha,
convertida en un pedazo anacrónico de alguna parte perdida de mi infancia,
tan perdida como Ella Fitzgerald y ese acetato de Kerouac del cual ya no he podido escuchar —Charlie parker looked like buddha—;
y a veces,
aún con dolores estomacales y tirándome pedos,
caminaba al Salón Orizaba,
para terminar bebiendo al lado de putas horrorosas
y estridentes risotadas de «alegría».
(Juan Beat)

 

LA ULTIMA DOSIS

(PARKER’S MOOD)

Mi nariz sangra
y mi cuerpo que hace días estaba vació,

se llena de tu respiración acelerada

y todo se envuelve en un solo de “Bird”.
Hastiado de botellas,

Parker zumba bajo la gruesa colcha color café;

Charlie Parker sopla y sopla

y tus senos apuntan hacia mi,

veo tus caderas desnudas

y pienso en cuándo será la última dosis,

ojalá siempre tenga un pequeño “pinchazo” tuyo;

así como Bird tenía su saxo más metido dentro de él,

que toda la codeína y el whisky que lo terminó;

el bop no lo hizo,

solo que vivió en los 50;

y yo debería pertenecer a algo posterior a la generación X,

pero mientras tus senos

y Parker arremetan mi alma,

me creeré uno de ellos,

de los que llenaban Bird Land

para esperar a que Parker subiera al escenario

y tocara Parker’s mood. (Juan Beat)

Parker veía un programa de cómicos en la televisión, el estómago enloqueció y como Kerouac comenzó a vomitar sangre, rompimiento de varices esofágicas. Los genios más grandes deben morir así, trágicamente y deshechos emocionalmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comments

comments