
Redacción Periscopio CDMX
Nada más navideño que compartir lo que alegra el corazón, sostiene el escritor, editor y promotor cultural Antonio Calera-Grobet, quien comanda el Cultubar Hostería La Bota y que en estos días de diciembre recopila alimentos enlatados, ropa en buen estado, cobijas, calzado y libros para regalar a todos aquellos que lo requieran.
Este gesto navideño se mantiene hasta el 6 de enero, el Día de Reyes, en donde se agasaja a los chiquillos en situación de calle.

¡Sigamos donando!, invita el barbado escritor que ha convertido su espacio en un homenaje plástico al escritor español Ramón Gómez de la Serna y el pintor Alberto Gironella.
Sí, La Bota es un esperpento solidario. Esta hostería, también, es un canto de libertad que busca que los dones de la cultura alcancen al mayor número de personas en este espacio que colinda con la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la esquina de San Jerónimo e Isabel La Católica.

Hay que ser absolutamente modernos, sostenía el poeta francés Arthur Rimbaud. Y Calera-Grobet, a ratos poetas, narrador por siempre, intenso desde hace tanto, sostiene que hay que empatar la vida escritural con la vida biológica y de calle. Por eso se asume solidario y compartido en estos días donde buena parte del mundo se esfuerza por compartir.

Redacción Periscopio CDMX/EB