Catrinas, catrinitas y catrinones marcharon bajo la furia de Tláloc

 

 

 

Por Arturo Mendoza Mociño

En el principio fue una bruja, luego, tras unos cuantos pasos ante la efigie barroca de la Catedral Metropolita, se recordó Eva, abandonó su escoba y se cambió las viejas y  polvientas telas por encajes de fino calado y un sombrero de ala ancha. Se irguió, se maquilló las arrugas, se supo bella. Se asumió como Catrina, la muerte elegante que imaginó y grabó José Guadalupe Posada poco antes de que México se transformara para siempre con la Revolución Mexicana en 1910. Así, ella, la bruja, se trasmutó en una, dos, cientos, miles de catrinas que se reunieron el sábado 26 de octubre para romper un récord Guiness más y que el país gana siempre con la Sexta Mega Procesión de las Catrinas 2019.

 

Hay que estar en tono con la época y con las nuevas audiencias, así que los antiguos cilindreros de la época porfirista se han decantado por la paridad y ya tienen compañeras cilindreras que no desaprovechan la oportunidad de caracterizarse como galantes muertes que tocan música fifí en la hiperconcurrida Madero, antes Plateros. FOTO AMM      
Luis coloca primero una base blanca sobre el rostro del cliente, clientita o chaparritos. Luego, a gusto de él, traza cuencas oscuras para que emerja la calavera y pone toques de color o ribetes para terminar su trabajo de maquillaje por 50 pesos. Tiene todo medido: diez minutos de brochazos y «la viva» ya es Catrina, Frida Kahlo u ¡osito panda! Así de llevada es la bandera frente al Palacio de Bellas Artes donde, poco antes de las seis de la tarde, ya esperan a sus congéneres marchantes. FOTO: AMM
En los años tiernos las diferencias sexuales apenas existen. Si ellas son catrinas, ellos, de pequeños, son arlequines, piratas y, en igualdad inversa, catrines. Así que muy pronto las 200 maquillistas participantes, según organizadores de la Mega Procesión de las Catrinas, en realidad son cinco veces más porque las hay espontáneas que, en un tris, atienden la demanda creciente de niños, niñas, ejem, adultos, para ser otros por un día. Brochazo aquí, brillitos por allá, ahora hay otro mexicano burlándose de La Pelona. FOTO: AMM

 

 

Afuera de la Secretaría de Relaciones Exteriores otro organillero se pone a tono con la verbena popular y su música trae hasta los asistentes los acordes que acompañaban los paseos en la Alameda cualquier tarde de verano (y de otoño, como ahora). FOTO AMM

Cuatro camiones de autobuses transportaron hasta aquí a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa para recordar, como cada día 26 de cada mes, la desaparición de 43 de sus compañeros el 26 de septiembre de 2014. Rojas y blancas banderas de la Preparatoria Popular Tacuba Obrera se mecen frente al Hemiciclo a Juárez. El mitín no tiene para cuándo terminar porque, antes que los padres de los estudiantes desaparecidos, otros oradores tratan de despertar al pueblo que espera, impaciente, la llegada de las catrinas. En la glorieta de Bucareli, en el Monumento a Colón, en el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes, nadie sabe que esta protesta es la que detiene el avance del osario andante. La verbena habrá de esperar hasta 6:42 pm con amenaza de lluvia. FOTO AMM

¿Qué pasa? ¿Por qué no empieza? ¿Ya vienen las calacas, mamá? ¡Mami, mami, ya me hice chis! Están en su derecho, pueden protestar, ¿cuál es el pedo? Híjole, ya viste esas nubesotas. Capas, capas, a diez. Vamos por un elote que esto no tiene para cuándo empezar. ¿Y si vamos hacia el Ángel porque aquí no se ve nada? ¿Cuánto lleva aquí señito? ¿Cuatros horas, en seriooo? Pero bueno, usted trae sillita y toda la cosa. No joven, luego ni respetan y lo andan moviendo a uno. 15-16, 15-16, ¿ya viene la avanzada? 6:42 de la tarde, Bucareli y Paseo de la Reforma, las milpas del monumento a los 43 estudiantes de Ayotzinapa parecen pedir disculpas por el retraso pero la impaciencia se esparce como una gripe voraz. FOTO: AMM
Cansados de esperar. Vestidos y maquillados… sin desfilar. Decenas de catrines, catrinas y catrinitas esperan la señal de salida. Pero se están desesperando y ya se marchan del Kilómetro 0 de la Mega Procesión. Total, ellos ya celebraron, ya son lo que son y se van con su música para el más allá. FOTO AMM
A los 17 años hay quien todavía no olvida cuando cumplió quince, así que Rosalía se puso otra vez su vestido de quinceañera y con sonrisa hermosa de Dama del más allá abraza a cuatro hermanitos que no quieren dejarse de tomar la foto con la bella que posa en Paseo de la Reforma e Insurgentes sin frío alguno porque en la juventud no se sabe nada de gripas ni de males porque no le duele nada, nadita, a uno. FOTO: AMM
Así mero. Para Claudia no hay imposibles. Experiencia le sobra. Maquillista de películas, telenovelas, salones de belleza en toda la ciudad. Lo suyo lo suyo, sí, es maquillar. Por eso que tenga una clientita que trae su propio modelo para trazar representa para ella un reto más a superar. Así que, desde su estuche mágico, saca la brocha de la paciencia, se arma con la mejor de sus sonrisas y apuntala la metamorfosis deseada en esta tarde que se ennegrece más y más. FOTO AMM

 

Celular en ristre, buscando la foto del recuerdo, el testimonio de la época digital que se estuvo ahí, ahí mero, en la marcha de las mil y una catrinas. Ahora así se registra el paso, hacia las siete de la noche, de una comparsa de indígenas con rostro de calavera que al son de tambores y sonajas despiertan el ánimo de los espectadores estoicos, pero es entonces que Tláloc lanza sus agujas líquidas que pinchan por aquí y por allá el ánimo de los espectadores que van cayendo, huyendo y sacando, los menos, sus paraguas y así, con más de 150 mil espectadores a lo largo de la vía, termina la Sexta Mega Procesión de las Catrinas 2019. La dispersión multitudinaria de niños y niñas haciéndose pasar por muertos junto con sus padres y abuelos, con disfraces de Catrinas, catrinitas, no pocos diablos, piratas y pierrots, se dio en un tris para convertir de nueva cuenta a Smogtitlán en lo que es siempre, a cualquier hora del día, un soberano desgarriate.
¡Sálvase quien pueda y mójese quien quiera en este Mictlán! FOTO: AMM

Con información de E. B./Staff Periscopio

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