Juan Beat.
“FUEGO APAGADO”
Sí. He llegado. Ahora sí que he llegado. Rompí
tus fotos. Necesito odio.O algo para salirme de
esta trampa absoluta. No tengo qué comer. No
tengo nada. Ya ni lágrimas… (Luis Martignon)
Mi casa comenzó a arder,
Luis Martignon se fue a través de una máquina
salvaje,
y el fuego se extendía por mi vieja instalación
de luz
como si fuera Martignon dándome una señal de
soledad,
la llama se quebró,
se apagó y yo seguía congelado,
maldiciendo a un ocho o seis cilindros;
no fueron los días despertando con tinto,
tampoco los desamores
igual de peligrosos que un LSD;
fue un tipo conduciendo una máquina salvaje
el que se llevó a Luis Martignon;
la llama se apagó,
la soledad me lleva a mi
y el recuerdo de la última cerveza
enciende el odio que tendré a todas esas calles,
a todos esos autos
que en sus espejos reflejaban
el lento caminar del último de la “generación x”;
la llama se apagó,
mi casa quedó en sombras
y yo con la soledad en la pequeña flama de una
veladora.
HOTEL ABISMO
Para Luis Martignon (RIP)
Como en los viejos tiempos,
cerveza,
Sabina,
historias del Hotel Abismo,
Luis Martignon y su periodismo gonzo;
y también como en esos tiempos,
almas rotas
mujeres intentando “suicidarnos”;
hubo lágrimas
combinadas con mezcal
y consejos de como no cortarse la yugular,
parece que ese es nuestro camino,
veladas intranquilas,
sentir un viento que nos vapulea
y después de tambalearse y caer,
cerrar los ojos
y muy temprano por la mañana
sabes que ella ya no está,
pero un —Juan ya no te jodas—-
da un poco de más aliento
para ser un huésped no tan frecuente
del Hotel Abismo.
juanbeat@mac.com
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