¿Por qué Kamala Harris vistió de blanco?

La futura vicepresidenta Kamala Harris. FOTO Insider

 

 

Redacción Periscopio Cancún

Es lógico que la Primera Dama y la vicepresidenta de Estados Unidos escojan con cuidado sus atuendos que van a mirarse con lupa en todo el mundo. Mucho más en el primer acto público de dos mujeres que ya han pasado a la Historia: Jill Biden por ser la primera dama (después de haber sido la segunda) decidida a seguir siendo profesora como lleva haciendo en los últimos 40 años; y Kamala Harris por ser la primera vicepresidenta de Estados Unidos, la mujer negra, hija de jamaicano y madre india, que llega al cargo de la mano de quien un día fue su rival electoral.

Los looks que han escogido ambas han estado a la altura de las circunstancias.

 

Jill Biden se decantó por un vestido floral asimétrico de manga corta de Oscar de la Renta combinado con tacones coral y las joyas mínimas. El traje midi de crepé de mezcla de lana con flores bordadas y drapeado pertenece a la colección Resort 2020 de la firma del diseñador fallecido en 2014.

Laura Kim y Fernando García retratados por Tim Walker (Daily Front Row)

Es decir, que tras él están Fernando García y Laura Kim, los directores creativos de la marca desde 2016 y ambos inmigrantes (además de pareja no solo en el mundo de la moda sino en la realidad). Kim es coreana criada en Canadá. García es dominicano hijo de asturianos que se fueron a hacer las américas y prosperaron. Fernando García se considera, de hecho, mitad dominicano y mitad español y llegó incluso a ponerle el nombre de su madre, Monse, (le quitó la ‘t’ para que la pronunciación resultara más fácil) a la firma que creó junto a Kim en un tiempo en el que ambos estuvieron fuera de la firma que ahora ha lucido la nueva primera dama de Estados Unidos.

 

El estilismo de Kamala Harris también es motivo de elogio y emulación. Ella ha optado por un traje de pantalón y chaqueta con blusa con lazo de la diseñadora venezolana Carolina Herrera.

El 3 de marzo de 1913 marcharon en Washington, D.C., la Liga de Maryland de Mujeres Sufraguistas exigiendo el voto femenino. Las iniciadoras, Elizabeth Cady Stanton, Susan B. Anthony y Lucretia Mott son honradas cada año. FOTO Women History

Se ha visto en su elección un homenaje a las mujeres sufragista de principios de siglo XX que vistieron de blanco en las muchas manifestaciones en las que reivindicaron su derecho al voto; a las que marcharon en Washington en 1987 apoyando la Enmienda por la Igualdad de Derechos.

En las imágenes de sufragistas marchando en formación aquel 3 de marzo de 1913, su ropa brillante contrasta marcadamente con la multitud de hombres con trajes de color oscuro que se alinean en las aceras.

Este contraste visual – entre mujeres y hombres, luz y oscuridad, orden y desorden – transmitía esperanza y posibilidad: ¿Cómo podrían las mujeres mejorar la política si obtienen el derecho al voto?

Los vestidos blancos también eran más fáciles y baratos de conseguir que los de colores.

Una mujer más pobre o de clase media podría mostrar su apoyo al sufragio vistiendo un vestido blanco común y agregando un accesorio morado o amarillo.

La asociación del blanco con la idea de pureza sexual y moral también fue una forma útil para que las sufragistas refutaran los estereotipos negativos que los presentaban como masculinos o sexualmente desviados.

Las sufragistas afroamericanas, en particular, sacaron provecho de la asociación del blanco con la pureza moral. Al vestirse de blanco, demostraron que también eran mujeres honorables, una posición de la que se vieron privadas durante mucho tiempo en el discurso público.

Más allá de la lucha por el voto, las mujeres afroamericanas desplazarían a las blancas. Durante el desfile silencioso de 1917, que recorrió la Quinta Avenida de Nueva York el 28 de julio de aquel año, para protestar contra los linchamientos y la discriminación racial, vestían de blanco.

Por mucho que el blanco hiciera una declaración poderosa, fue la combinación de los colores, y las cualidades que cada uno representaba, lo que refleja el verdadero alcance y simbolismo del movimiento del sufragio.

 

En enero del año pasado, Alexandria Ocasio-Cortez – nacida en el Bronx, de padres latinos y 30 años-, prestó juramento como diputada del Congreso vestida de blanco. En 2016, Hillary Clinton recurrió a este color cuando se aceptó ser la primera candidata presidencial, como en 1984 hizo Geraldine Ferraro, la primera mujer en postularse para vicepresidenta.

El Grupo de Trabajo de Mujeres Demócratas sorprendió al mundo en 2017. FOTO La Tercera

En 2017, mientras el republicano Donald Trump pronunciaba su primer discurso ante las dos cámaras del Congreso el Grupo de Trabajo de Mujeres Demócratas, cerca de 80, se visitó de blanco para protestar contra el machismo del que ha sido presidente en los últimos cuatro años. Su color ha sido el rojo.

 

 

Redacción Periscopio Cancún/ST (Con información de The New YorkTimes y Vanity Fair)

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