Sandro Cohen pierde la batalla ante el Covid-19

Sandro Cohen celebró así los primeros 82 kilómetros que realizó el 12 de enero de este pandémico año. FOTO Fb Sandro Cohen
Así celebró Sandro Cohen la mañana del 1 de diciembre de 2018 FOTO Fb Sandro Cohen

Redacción Periscopio CDMX

El poeta, traductor, editor y ciclista consumado Sandro Cohen murió la noche del miércoles, a los 67 años, luego de permanecer hospitalizado, desde el pasado 13 de octubre, por una tos que al poco tiempo le fue diagnosticada como Covid-19. Fue sepultado a las 15:00 horas de este jueves 5 de noviembre en el panteón BET-El.

La familia Cohen Estrada informó de la muerte del narrador, profesor universitario por la UAM-Azcapotzalco y autor del emblemático libro académico Redacción sin dolor. Recordado como un apasionante amante de la bicicleta, su hija Leonora y su esposa, la escritora Josefina Estrada, orgullosas señalaban que si se pudiera medir su pedaleo, Sandro le había dado dos vueltas al mundo.

Apenas el martes 3 de noviembre, en entrevista con El Universal, su pareja por cuatro décadas Josefina Estrada había dicho que Cohen había sido desentubado y guardaban todas las esperanzas de su recuperación, pero al continuar delicado y en terapia intensiva, reiteraba el llamado a seguir recaudando fondos porque su seguro médico ya no podía cubrir los gastos médicos.

Sin embargo, pocas horas después los médicos detectaron una bacteria en los pulmones del escritor.

La escritora Josefina Estrada aseguró que su esposo había sido desintubado, pero continuaba con respiración artificial, “no ha estado consciente pero estaba evolucionando muy bien hasta que anoche detectaron una bacteria y para combatirla necesitan transfusión de sangre. Me dijeron que esa bacteria ya no tiene que ver con el Covid-19, pero ciertamente sus pulmones, desde que entró, estaban muy dañados. Es una de las bacterias que estaban ahí y no le han permitido la desinflamación total”.

Comentó que le habían sacado una muestra del pulmón y que en 72 horas, es decir este jueves, tendrían los resultados de los estudios con los cuales serán más certeros los tratamientos contra estas bacterias, entre las que había una muy rebelde que le implicó transfusiones, por lo que emprendieron la tarde del martes la campaña para donadores de sangre.

Su estancia en el Hospital ABC, desde el 13 de octubre, había superado los dos millones de pesos, y el seguro de gastos médicos como profesor de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana UAM, campus Azcapotzalco, sólo le cubría un millón de pesos, por lo que emprendieron a partir del 25 de octubre una campaña para recaudar fondos para saldar los gastos hospitalarios.

Poco después de las cinco de la tarde de este jueves 5 de noviembre, la escritora Josefina Estrada dio a conocer la triste noticia de la partida de Sandro Cohen. A partir de ese momento en las redes sociales se suscitaron pésames y se compartieron imágenes con Sandro Cohen, como ocurrió con la fotógrafa cancunense Laura Rojo Färber, quien estuvo en la presentación de la antología «Desde el principio» en 2007 FOTO Archivo personal Laura Rojo Färber

El 26 de octubre, a través de la cuenta de Facebook de Sandro Cohen, su familia difundió este mensaje:

“A nombre de Sandro Cohen, agradecemos las muestras de cariño, solidaridad y económicas. Su estado de salud es delicado, pero estable. Estamos haciendo todo lo posible para trasladarlo al INER. Esperamos que la neumonía ceda para tenerlo muy pronto con nosotros. No nos cabe duda de que está dando una gran batalla. Con afecto Familia Cohen Estrada”.

Cartel de agradecimiento por el apoyo brindado al poeta Sandro Cohen ARTE Fb Josefina Estrada

“Gracias infinitas a todos por su preocupación. Nuestra energía está en la pronta recuperación de nuestro amado papá y esposo”, apuntaron en el informe que publicaron tras las muestras de cariño y llamados a la solidaridad que comenzaron a surgir de escritores, lectores, amigos, y alumnos de Sandro Cohen, a través de las redes sociales.

Pero anoche, el poeta, traductor y editor de la mítica editorial Colibrí, murió dejando infinidad de proyectos y libros pendientes.

Intrépido como editor y ciclista

A Sandro Cohen se le recordará por varias razones. Por haber impulsado a una camada literaria integrada por Jorge Volpi, Eloy Urroz, Ignacio Padilla, Pedro Ángel Palou, Ricardo Chávez Castañeda y Vicente Herrasti, quienes, hacia 1995, impulsaron la llamada «Generación del crack», desde el sello editorial Nueva Imagen donde se publicó la obra completa de Mario Benedetti y Julio Cortázar. Ellos, los autollamados crackeros, eran unos veinteañeros que se proponían convertirse en los sepultureros de los rescoldos del llamado Boom latinoamericano y convertirse en la vanguardia latinoamericana de Hispanoamérica.

Josefina Estrada y Sandro Cohen en la casa del crítico Luis Mario Schneider en Malinalco, Estado de México. FOTO Luis Mario Schneider-Fb Sandro Cohen

Luego, en otra aventura editorial llamada Colibrí, Cohen junto con su esposa Josefina Estrada crearon una hedonista colección donde se publicaron sobrios retratos en las portadas de autores como Alberto Ruy Sánchez, Alí Chumacero, Gustavo Sáinz, entre otros.

A él se debe uno de los mayores long sellers de las letras mexicanas: Redacción sin dolor, que lleva un sinfín de ediciones y que ha ayudado a miles de personas a escribir con propiedad y sin ninguna tortura. La obra tiene su mérito ya que Cohen es un estadunidense nacionalizado mexicano cuya lengua materna no es el español, pero, asumiendo el reto y el gusto por la lengua de Cervantes, se propuso escribir un manual que ayuda a escribir con soltura y libertad total.

Integrante junto con Vicente Quirarte, Héctor Carreto, Víctor Manuel Mendiola, Jorge Valdés Díaz-Vélez, Ricardo Castillo, Alberto Blanco y Jorge Esquinca de la llamada Generación de los 50, Cohen celebró en octubre del año pasado, en el Palacio de Bellas Artes, las cuatro décadas de la publicación de su primer poemario De noble origen desdichado.

En la celebración de los 40 años de la edición de su primer poemario. FOTO AD

Nacido en Nueva Jersey, Estados Unidos, en 1953, llegó a México a los 19 años y desde entonces se enamoró del país donde se ha desarrollado como escritor y donde formó una familia al lado de la también escritora Josefina Estrada.

La vena literaria de Sandro Cohen se encuentra en estos dos títulos de Ediciones El Ermitaño FOTO Laura Rojo Färber

El crítico literario y ensayista Armando González Torres, prologó la antología Desde el principio, donde se reúne una obra  poética comprendida entre 1979 y 1995, con las siguientes palabras: «Para Sandro Cohen el cultivo de ciertos temas (la soledad,
la identidad, el amor) y formas (especialmente su afortunada relación con el endecasílabo) no son, como para otros miembros de su generación, actos paródicos sino ejercicios que buscan recuperar el valor de uso y la capacidad de deslumbramiento de las formas y los tópicos probados por el tiempo. (…) Con un verso de una limpidez peculiar, con una actualización de antiguos recursos rítmicos y métricos, Cohen hace una valiosa aportación a ese acervo emotivo de la poesía mexicana que, a contracorriente  de las mudanzas, ha mantenido un sitio fundamental en el gusto y la inteligencia  de los lectores».

‘Desde el principio’ de Sandro Cohen FOTO Laura Rojo Färber
Algunos de sus versos sostienen:
En voz baja, en voz baja, consonantes
y vocales, los labios temblorosos.
Un sonido lejano emerge y brilla
como un polvo que se alza de la sombra
a la luz manifiesta de su nombre.
Y detrás de los labios, una lengua
sola se mueve; muda, es el testigo
de la voz que resurge de la entraña;
muda, la forma: carne contra carne,
la lucha silenciosa de la música.
En voz baja se canta para verse
lejos de uno, más cerca de la luz,
más cerca de la sombra que es el fondo
de la luz y la voz y los silencios;
lejos de todo y cerca de la nada.
Versos que forman parte del poemario Línea de fuego (1989) incluido en el libro Desde el principio. Poesía reunida, publicado por Jitanjáfora Morelia Editorial y Red Utopía, A.C. en 2007.
En los últimos años de su vida, la pasión de Sandro Cohen fue la rodada. Así, pedaleando por Ciudad de México, iniciaba sus días y sumaba kilómetros y kilómetros, en ocasiones hasta más de 80, al vértigo equilibrado que añadió a su existencia poética. FOTO Fb Sandro Cohen

Por un problema físico que le impedía correr, una de sus primera pasiones deportivas en México, se montó en bicicleta para mapear Ciudad de México  y en una fuente de inspiración para escribir. Así nació el soberbio libro Zen del ciclista urbano (2014), “una metáfora de lo que es la vida” y que sintetizó su sabiduría en un pedaleo que comenzaba antes de que amaneciera y donde no había ningún rincón que no requiriera. La media de sus corridas ciclistas era de 30 kilómetros y eso lo mantenía lozano y feliz hasta que el Covid-19 se cruzó en su camino.

A Sandro Cohen se le recordará siempre por todos sus empeños editoriales, su obra poética, sus cátedras, sus ejecuciones de piano y ese andar que tuvo, en sus últimos años de existencia, sobre dos ruedas.

Zen del ciclista urbano abogaba por una cultura de más ciclistas para Ciudad de México FOTO Fb Sandro Cohen EDIT

Redacción Periscopio CDMX/EB (Con información de El Universal y Arturo Mendoza Mociño)

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