Museo Kaluz, un nuevo espacio para el arte en el Centro Histórico de Ciudad de México

FOTO Siete Colores
En el nuevo recinto se da un diálogo entre las obras que componen la colección de arte mexicano de los siglos XVIII al XXI de la Colección Kaluz y que tienen como sede el antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva. FOTO El Informativo

Redacción Periscopio CDMX

desde el domingo 25 de octubre, abrió sus puertas al público en general el Museo Kaluz en lo que fue el Antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva, que se convertirá en una puerta de entrada al Centro Histórico y a la Colonia Guerrero en la Ciudad de México por sus colecciones y por las exposiciones especiales que realizará.

La muestra inaugural se llama México y los mexicanos en la colección Kaluz y se trata de una selección de la colección de Antonio del Valle Ruiz, que abarca poco más de mil obras entre pinturas, acuarelas y gráfica de los siglos XVIII al XXI, donde destaca la  obra de artistas como Diego Rivera, Pelegrín Clavé, José María Velasco, Joaquín Clausell, Gerardo Murillo Dr. Atl, Ángel Zárraga, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, José María Velasco, Raúl Anguiano, María Izquierdo y Angelina Beloff, detalló el curador Eri Cámara.

También, como emblema de este inicio de operaciones, el Museo Kaluz luce ya la instalación del mural Jardín Urbano del artista Vicente Rojo, situado sobre la fachada en Paseo de la Reforma, con el cual se buscará que este recinto se convierta en una referencia urbana y un símbolo de identidad para los habitantes de la comunidad de la Colonia Guerrero.

La Colección Kaluz se divide en cuatro grandes núcleos: paisaje, naturaleza muerta, retrato y pintura de costumbres. FOTO Chilango

Blanca del Valle Perochena, presidenta de la fundación Kaluz y de la asociación civil CoRe, comentó que “Kaluz ha trabajado durante los últimos años en proyectos urbanísticos e iniciativas que buscan transformar las ciudades en espacios más vivibles, amables y equitativos, por lo cual este espacio intentará ser un espacio vivo donde se propicie el intercambio de ideas, la conversación cultural y una opción gastronómica distinta”.

En su intervención, Antonio del Valle, fundador del recinto, expresó que la restauración del inmueble, que durante varios años fue sede del Hotel de Cortés tuvo un costo aproximado de 200 millones de pesos, para lo cual contó con el apoyo del INAH, debido a que se realizó una exploración arqueológica que reveló vestigios del sistema de cimentación, “compuesto por estacas de cedro que datan de la época prehispánica”.

La Colección Kaluz invita a reflexionar sobre la historia del arte mexicano, pero también sobre las historias individuales de quienes la han protagonizado en su devenir histórico: los creadores y sus creaciones. Se trata, en resumen, de buscar en la contemplación de todas estas obras la posibilidad de que aflore en nosotros lo mejor de la condición humana.

El arquitecto Francisco Pérez de Salazar junto con un grupo de expertos, incluido el Instituto Nacional de Antropología e Historia, fueron los encargados de la intervención y la transformación arquitectónica de este espacio para dotar a la antigua hospedería de las instalaciones adecuadas para desempeñarse como museo y centro cultural.

Una vez que se tomó la decisión de recuperar el antiguo esplendor del edificio para adecuarlo a su nuevo uso como museo y centro cultural, los trabajos de restauración avanzaron de la mano de tareas de exploración arqueológica, con hallazgos arquitectónicos como los vestigios del sistema de cimentación de la estructura compuesto por estacas de cedro colocadas al tresbolillo (en hileras paralelas que asemejan triángulos equiláteros), así como múltiples rellenos de tierra en pisos y muros que dan testimonio de los esfuerzos prehispánicos y virreinales que se hicieron para ganarle terreno al lago.

Las últimas adecuaciones se llevaron a cabo para convertir el recinto en el Hotel de Cortés, ampliamente conocido
por nacionales y extranjeros desde mediados del siglo XX. FOTO Museo Kaluz

De igual forma, se encontraron cerca de trescientas piezas menores, como monedas, huesos de animales, enseres semidestruidos de cerámica, entre otros materiales. Uno de los retos a sortear fue la recuperación de los elementos originales del inmueble que aún quedaban en el interior, modificado a lo largo de los siglos por los diferentes usos que se le adjudicaron.

En la restauración del exterior, el proyecto tuvo como finalidad devolver el original esplendor a la fachada principal del antiguo edificio, así como dignificar la apariencia del muro, que desde tiempo atrás había quedado “desnudo”, debido a las mutilaciones que sufrió el inmueble de la hospedería, primero con motivo de las obras de prolongación del Paseo de la Reforma hacia Tlatelolco y después por un recorte en la esquina con Avenida Hidalgo por la
construcción de la estación del Metro. Las instalaciones del piso alto del hotel fueron convertidas en las salas del museo y adecuadas para recibir exposiciones de diversa índole. El proyecto se completó con la creación de nuevos espacios como tienda, restaurante, café, auditorio, entre otros con la finalidad de ofrecer una experiencia completa al visitante del museo.

FOTO Museo Kaluz

El museo, ubicado en la avenida Reforma e Hidalgo, tendrá un costo de 60 pesos, en un horario regular de jueves a domingo.

Redacción Periscopio CDMX/EB

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