Lázaro Cárdenas, el militar civilista que imaginó un México con respeto a las libertades ciudadanas. PRIMERA DE TRES PARTES

El general Lázaro Cárdenas, imagen que forma parte de las memorias de su esposa Amalia Solórzano de Cárdenas llamadas "Era otra cosa la vida" (Nueva imagen, 1994) FOTO AMM
Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral de la izquierda mexicana, tercero de izquierda a derecha, acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador, cuarto de izquierda a derecha y sin cubrebocas, en el homenaje luctuoso del General Lázaro Cárdenas, realizado esta mañana de lunes 19 de octubre de 2020 en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México. FOTO María Luisa Severiano

Redacción Periscopio CDMX

La ceremonia luctuosa por el 50 aniversario del fallecimiento del general Lázaro Cárdenas (1895-1970) reunió a dos hombres que fueron aliados por varios años pero que se separaron en la lucha por la Silla del Águila.

Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral de la izquierda mexicana, reapareció públicamente esta mañana de lunes tras guardar cuarentana por haberse infectado de Covid-19, y rindió homenaje a su padre acompañado por Andrés Manuel López Obrador, quien terminó ganando la Presidencia de la República con su partido Morena en 2018.

Bajo la arquería del Monumento de la Revolución, donde también reposan los restos de otros líderes revolucionarios que se combatieron ferozmente entre sí -Francisco Villa, Plutarco Elías Calles, Francisco I. Madero-, cada uno valoró el legado del guerrero nacido en Jiquilpan, Michoacán, el 21 mayo de 1895.

 “La diferencia principal entre Cárdenas y lideres revolucionarios que se repartieron el poder entre 1917 y 1934 reside en que el general Cárdenas fue capaz de concebir proyecto de país y de estado con instituciones dedicadas a procurar el bienestar dela población. Fue un estadista con dimensión social”, sostuvo el Jefe del Poder Ejecutivo.

En cambio, su hijo, ahondó más en el legado de aquel hombre que lo mimó en la residencia oficial de Los Pinos afirmando:

“Lázaro Cárdenas fue un militar civilista. Activo en luchas populares emancipadoras de su tiempo y coincidente con las posturas más avanzadas de la sociedad porque fomentó la unidad de obreros y campesinos, al tiempo que buscó la forma de fortalecerlos en reivindicaciones sociales. Imaginó un México con respeto a la gente y a las libertades ciudadanas. Con él se amplía la intervención del estado en la economía para crecimiento y distribución equitativa del capital y el trabajo, para tener mercados con equidad y lograr así la consumación de reforma agraria».

Lázaro Cárdenas en sus tiempos revolucionarios. FOTO Memoria política de México

 

Al hijo de don Dámaso Cárdenas Pinedo, de ocupación tendero, y de doña Felícitas del Río Amezcua, le hubiera gustado ver otra escena y, quizás, escuchar otras palabras. Habría sido feliz sabiendo que su hijo Cuauhtémoc despachaba como Presidente de México en Palacio Nacional y que ese tal López Obrador era uno más en su gabinete.

En los primeros años del siglo XX, el pequeño Lázaro ayudaba a su abuelo –que había luchado contra los franceses- a cultivar su “écuaro” por lo que tuvo contacto con los indígenas y los abusos de los terratenientes. Estudió poco, hasta el cuarto año de primaria, porque dejó las aulas para siempre a los once años. En 1909 ingresó
como “meritorio” en la mesa segunda de la Oficina de Rentas de Jiquilpan, donde empezó a  desarrollar una caligrafía impecable que siempre lo distinguió.

En 1911, con la muerte de su padre, asumió la responsabilidad  de ser el jefe de su familia. Ese mismo año trabajó en la Secretaría de la Prefactura y después se convirtió en tipógrafo en la imprenta “La Económica”, de Don Donaciano Carreón, cuyas ideas liberales  y revolucionarias influyeron en su formación a los rebeldes.

Su experiencia como impresor, oficinista y escribiente, pero, sobre todo, su hermosa letra izquierdilla, le abren las puertas del estado mayor de Guillermo García Aragón, quien lo nombra capitán segundo encargado de la correspondencia en julio de 1913, según relata el historiador Enrique Krauze en «Lázaro Cárdenas. General Misionero» en «Biografía del poder» (Tusquets, 1997) FOTO Memoria política de México

Lázaro Cárdenas, como tantos revolucionarios mexicanos, dejó pronto el terruño y combatió en diferentes frentes ante diferentes bandos. Sin proponérselo terminó formando parte de las fuerzas del general José María Maytorena en Sonora, pero al llegar a Cananea y darse cuenta de que Maytorena se había unido a Villa, marchó a Agua Prieta para integrarse a las tropas del general Calles. Cárdenas escribió en sus Apuntes:

”En marzo de 1915 que me presenté al general Calles y durante la campaña que hicimos en aquel Estado contra Maytorena y Villa, pude apreciar en él al hombre de carácter y firmes convicciones y puse entonces bajo su mando el entusiasmo de mis veinte años”.

Ambos iniciaron una entrañable amistad en la que Calles era maestro y líder político del joven Cárdenas. Calles llamaba a Cárdenas con el mote de Chamaco. Bajo su mando, Cárdenas actuó contra los indios yaquis sublevados; combatió en Nayarit, Jalisco y Michoacán a los rebeldes villistas de Inés Chávez García.

Durante el gobierno constitucional de Venustiano Carranza, Cárdenas fue encargado de pacificar la Huasteca veracruzana, en la que las “guardias blancas”,
al servicio de las compañías extranjeras petroleras, asolaban la región. En 1918, alcanzó el grado de coronel.

En 1920, desde la Huasteca, se adhirió al Plan de Agua Prieta, encabezado por los sonorenses Obregón, De la Huerta y Calles, en contra del presidente Carranza, quien pretendía imponer a Ignacio Bonillas como su sucesor. Tras el asesinato de Carranza en Tlaxcalantongo (21 de mayo de 1960), Cárdenas hizo detener y enviar preso a México a Rodolfo Herrero, presunto responsable directo del crimen.

Al triunfo del movimiento de Agua Prieta, el presidente interino, Adolfo de la Huerta, ascendió a Cárdenas al grado de general brigadier. Comisionado en Michoacán, recibió el gobierno interino de su estado natal de manos de Pascual Ortiz Rubio, cargo que desempeñó algunos meses para entregarlo al general Francisco J. Mújica, que había resultado triunfador en las elecciones de septiembre de 1920.

En 1920 fue designado jefe militar en el Istmo de Tehuantepec, en donde forjó alianzas y amistades duraderas que lo acompañarían en su futura carrera política. FOTO Memoria política de México

Durante la revolución «delahuertista»,  hacia 1923, Cárdenas fue herido y hecho prisionero en el combate de Palo Verde. Al ver la gravedad de sus heridas, sus enemigos, los generales sublevados Rafael Buelna y Enrique Estrada (a quien salvaría Cárdenas la vida poco después), generosamente lo enviaron a Guadalajara para que fuera atendido y después liberado. De igual modo, se cuenta que en ese mismo año, Cárdenas dejó escapar al general Francisco J. Múgica, en lugar de asesinarlo como le había ordenado Obregón.

Después fue comandante de la zona militar de las Huastecas. En 1924 fue ascendido a general de brigada y al año siguiente, intervino en el arreglo de diversos problemas surgidos entre los sindicatos y las empresas petroleras extranjeras. Ahí constató los abusos de las compañías extranjeras contra los trabajadores mexicanos y el saqueo irresponsable que realizaban de los recursos petroleros nacionales. Cuando con motivo de la ley petrolera esas empresas acusaron al presidente Calles de “bolchevique” y coludidas con el embajador de Estados Unidos James R. Sheffield, lo amenazaron con una invasión norteamericana a México, Cárdenas recibió órdenes presidenciales de incendiar los pozos petroleros si cumplían sus amenazas.

El 1º de abril de 1928 fue nombrado general de división. Ese mismo año fue postulado como candidato al gobierno del estado de Michoacán y emprendió una intensa campaña pueblo por pueblo y rancho por rancho, a pesar de que era aspirante único al cargo. Desde muy joven mostró una tendencia natural a conocer personalmente los lugares y la gente, y a tejer redes de amistad, favores y protección en donde actuaba, esta conducta le sería de gran utilidad para sus propósitos políticos.

Fin de la Primera Parte

Mañana: Lázaro Cárdenas, Presidente de México

Redacción Periscopio CDMX/EB (Con información de Memoria política de México y Lázaro Cárdenas y la Revolución Mexicana de Fernando Benítez)

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