Arturo Mendoza Mociño
El 11 de octubre de 2018 fue un jueves cálido en Ciudad de México donde Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio pasado, celebró el 195 aniversario de la creación del Heroico Colegio Militar con la cúpula castrense del país.
El general que anoche fue detenido en Los Ángeles, Estados Unidos, acusado por narcotráfico evocó con férreo entusiasmo hace dos otoños cómo fueron aquellos primeros años de educación militar, cuyas primeras generaciones se formaron en el edificio de la Inquisición para después trasladarse a los pocos años al ex Convento de las Bethlemitas, en las calles de Filomeno Mata y Tacuba, donde ahora está el Museo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de Bethlemitas.
Fue en esa época, cuando los cadetes imbuidos por el sentimiento de lealtad y patriotismo, expresó Cienfuegos, se pusieron al servicio del primer presidente de México Guadalupe Victoria protegiéndolo con sus armas y negándose a participar en el llamado motín de la acordada de 1828.
La otra escala en el Río del tiempo del Ejército mexicano recaló en el 20 de julio de 1916 cuando el gobierno revolucionario de Venustiano Carranza creó la Academia de Estado Mayor para capacitar a generales, jefes y oficiales del ejército constitucionalista. Un nuevo colegio militar estaba en ciernes y el 1 de enero de 1920 se pasó revista a los primeros cadetes que se formaron en la sede Popotla, Tacuba, a donde Cienfuegos ingresó cuando aún no cumplía 18 años. Allí obtuvo el grado académico de Maestro en Administración Militar para la Seguridad y la Defensa Nacional.
Aquel jueves de hace dos años, Cienfuegos, quien nació el 14 de junio de 1948 y se convirtió en Secretario de la Defensa Nacional el 1 de diciembre de 2012 tras ser General de División en la Quinta Región Militar (Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas y Aguascalientes); Novena Región Militar (Guerrero); Primera Región Militar (Distrito Federal, Estado de México, Hidalgo y Morelos); y Séptima Región Militar (Chiapas y Tabasco), les dijo a sus compañeros de armas:
Quienes aquí nos formamos como oficiales, somos privilegiados de ser parte de su historia, forjada con un pasado de heroísmo, que ahora vive un presente acorde a las exigencias actuales, proyectándose hacia un mejor futuro. Está en nosotros, seguir fortaleciendo el legado de honor y lealtad institucional que nos dejaron quienes nos antecedieron en estas aulas, y que con determinación contribuyeron en las etapas difíciles de México, a mantener la dignidad de la república.
El padrino, Zepeda, sus alias entre el hampa mexicana
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos era conocido con los nombres de El Padrino y también como “Zepeda”, dado que éste es su segundo apellido, en los bajos mundos de la mafia mexicana, revela la acusación presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos ante un Gran Jurado.
Los fiscales estadounidenses dicen que el exsecretario de Defensa “abusó de su posición pública para ayudar al Cartel de los Beltrán Leyva, una organización narcotraficante mexicana extremadamente violenta, a traficar miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos”.
Otro delito por el que se le inculpa es por lavado de dinero al realizar distintas transacciones financieras y transferir dinero entre México y Estados Unidos, producto del narcotráfico, tanto en instrumentos monetarios como por medio de herramientas financieras desde algunos lugares en la Unión Americana y otros fuera de ese país, incluyendo algunas localidades en México. Todo esto lo hizo a sabiendas de que “el tráfico, la transmisión o la transferencia diseñada violaba la Ley en Estados Unidos”.
El Departamento de Justicia estadunidense también ordenó confiscar cualquier propiedad relacionada con el indiciado o cualquiera otro de sus asociados, ya sean personas físicas o morales. El documento es firmado por Richard Donoghue, Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York.
Con semblante adusto y al parecer imperturbable, Cienfuegos era considerado uno de los militares más influyentes del Ejército mexicano, aunque su gestión no salió bien librada entre la ciudadanía por dos grandes polémicas provocadas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa (26 de septiembre de 2014) y la matanza de 22 civiles en Tlatlaya (30 de junio de 2014) .
AMLO defiende a Luis Cresencio Sandoval González y José Rafael Ojeda Durán
La detención de Cienfuegos ha cimbrado al sistema político mexicano al ser un noticia de carácter internacional llevó al Presidente de México, el morenista Andrés Manuel López Obrador, a defender al Ejército y a la Marina, dos instituciones en las que se ha apoyado tanto su Gobierno, no sólo para tareas de seguridad pública, sino también para la realización de obras públicas como lo son el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía y el Tren Maya, así como la administración de las aduanas marítimas de todo el país.
“Son instituciones fundamentales para el desarrollo de nuestro país, pilares del Estado, y son tan fuertes que ni asuntos como la involucración de un secretario de Defensa en casos de narcotráfico las debilitan”, afirmó López Obrador este viernes 16 de octubre por la mañana.
López Obrador alabó la “honestidad” de los actuales secretarios de Defensa y de Marina, Luis Cresencio Sandoval González y José Rafael Ojeda Durán, respectivamente. Antes de nombrarlos hizo un “examen detallado” sobre ellos, reveló.
“Investigué sus antecedentes y su honorabilidad y los dos se caracterizan por ser incorruptibles. Los elegí por su honestidad y seguiremos apoyándonos en estas instituciones (porque) son básicas para la República”, argumentó el Jefe del Ejecutivo.
Periscopio CDMX (Con información de Estado Mayor, La Pared, Infobae, Sin embargo, LA Times)