Tres manifestaciones equidistantes en el Zócalo

FOTO Expreso
Al frente de la marcha conmemorativa de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, sus padres, con las fotografías de los jóvenes, demandaron, una vez más, justicia poco después de las seis de la tarde de este sábado 26 de septiembre. FOTO La Razón

Arturo Mendoza Mociño

Tres Méxicos compartieron una simbólica fecha en una no menos simbólica plaza esta tarde de sábado 26 de septiembre en el sexto aniversario de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. El México agrícola, lastrado por la pobreza y la violencia del narcotráfico, llegó al Zócalo y vio, inerme, cómo una docena de encapuchados vandalizaron la puerta principal del Palacio Nacional. El México fiel al Presidente Andrés Manuel López Obrador que confía en que el morenista les brindará justicia al tiempo que el México del Frente Nacional AntiAMLO (FRENAAA) se mantuvo dentro de su guetto atento a la protesta de miles de manifestantes con rojas banderas con hoces y martillos.

Por fortuna, más allá de los insultos que se lanzaban entre sí la triada de manifestantes, no hubo conato de violencia dado que hubo decenas de cinturones de policías capitalinos que los separaron y resguardaron.

Así lo constató María Martínez Zeferino, madre de Miguel Ángel Hernández Martínez, uno de los 43 normalistas desaparecidos, quien por la mañana pidió a López Obrador que le tape la boca a las personas que hablan mal de él y las familias de los estudiantes, y que lo haga localizando a los jóvenes.

“Hoy se están cumpliendo seis años, dos años con usted, no hemos dejado de exigir la presentación de nuestros hijos. No hemos dejado de luchar. Yo le pido, señor Presidente que así como se comprometió… Usted dijo que iba a ayudarnos. Le pido que sigamos caminando juntos. Nos da gusto ver que es más ser humano que los anteriores, pero sí pedirle que apriete un poquito más. Nosotros queríamos llegar hoy con algo más, entiéndanos, ya seis años y no tenemos nada”, dijo la mujer frente al mandatario en Palacio Nacional.
El mandatario les aseguró en el patio central de Palacio Nacional que en las investigaciones que realiza su gobierno se detendrá y someterá a procesos legales a los militares que estuvieron involucrados en la desaparición de los normalistas.

 

 

Poco antes de que iniciara la marcha que inició en el Ángel de la Independencia varios jóvenes intervinieron la calle de las librerías de viejo, Donceles, en los cruces con Bolívar e Isabel La Católica, con los nombres de algunos de los estudiantes.

El Pasaje Catedral, con toda su oferta de artículos religiosos católicos, tuvo una afluencia normal de paseantes y devotos. FOTO Arturo Mendoza Mociño
El Museo del Templo Mayor, como otros recintos artísticos colindantes al Zócalo, cerraron sus puertas por la triple manifestación de este sábado nubladísimo. FOTO AMM
El silencio de ‘los concheros’ fue evidente este día donde la sucursal de la Librería Porrúa operó con normalidad. FOTO AMM
Una valla con una amplitud de diez metros fue colocada frente a Palacio Nacional para evitar que se desbordara cualquiera de las manifestaciones que hoy coincidieron en tiempo y espacio. FOTO AMM
En el corredos de «Los diez pesitos nomás» hay cubrebocas bordados, llaveros, útiles escolares, churros y nieves de todos los sabores que hay en el arcoiris. FOTO AMM
Vallas metálicas. Vallas de 'zorros'. Vallas de amlovers. Vallas de curiosos. Vallas de ambulantes. Vayas donde vayas, el vallado está por doquier a seis años de la noche oscura de Iguala. La imagen es en la Calle de Moneda. FOTO Arturo Mendoza Mociño
Vallas metálicas. Vallas de ‘zorros’. Vallas de ‘amlovers’. Vallas de ambulantes. Vayas donde vayas, en el Centro Histórico, sobra el vallado qué sortear. La imagen pertenece a la Calle de Moneda, en el costado norte de Palacio Nacional. FOTO AMM
La pieza donde el 18 de julio de 1872 murió el Presidente Benito Juárez se encuentra en la bulliciosa Calle de Moneda frente a la Calle de Licenciado Francisco Primo de Verdad. FOTO AMM
El futuro en dos ruedas se encuentra aparcado en la calle donde el Centro Cultural X’Teresa ha cerrado sus puertas como otros museos cercanos al Zócalo. FOTO AMM
‘San Juditas’ bendice a vendedores y clientes de Correo Mayor, detrás de Palacio Nacional, donde la nueva normalidad por el Covid-19 establece que se camina, si se va al sur, por la cera de la manzana de Palacio Nacional y, si se va hacia el norte, del lado donde está La casa del guante y la Calle de República de Guatemala. FOTO AMM
Este mariachi toca con sus compañeros en la esquina de Correo Mayor y Corregidora como cantan todos los mariachis en Tlaquepaque, Jalisco. FOTO AMM
Corregidora es la misma romería que todos los días. Hay vendedores ambulantes por doquier y letreros que buscan atraer clientes, bienestar y serenidad. FOTO AMM
Cuando aprieta el hambre hay que ir a la Catedral del taco, en la Calle de Corregidora. Provechito. FOTO AMM
No tienen ni ocho años, pero estos niños ya trabajan como tantos mexicanos preocupados por remontar la pandemia Covid-19 que los mantuvo sin ingresos durante meses. FOTO AMM
Atrás de la Suprema Corte de Justicia hay ofertas que buscan ‘clientitas’. FOTO AMM
Lindavista, Thánatos, son algunos de los nombres de las unidades policiales que resguardan, por igual, recintos públicos y la vendimia en las calles colindantes a la Suprema Corte de Justicia. FOTO AMM
Aunque varios manifestantes arrojaron cocteles explosivos en contra de la Suprema Corte de Justicia este sábado, por varias áreas esta zona se mantuvo resguardada por un laberinto de vallas. FOTO AMM
Sueño que sueño que nadie me despierta. Que la esquina de 5 de febrero y Venustiano Carranza es mía y que en esta alcoba no hay división alguna entre los mexicanos. FOTO AMM
El hambre entre los capitalinos se asoma por doquier. Frente a la Pastelería Madrid, cerca de la calle de las farmacias, República de El Salvador, un adulto mayor otea los dones azucarados de los hornos. FOTO AMM
El plantón del Frente Nacional AntiAMLO (FRENA) fue encapsulado por fuerzas policiales capitalinas para salvaguardar la integridad física de sus integrantes. Desde el restaurante de la tienda de telas de El Nuevo Mundo hacia las cinco de la tarde unos diez meseros atienden veinte pulcrísimas mesas. FOTO AMM
Las vallas de la Calle de Madero resultan un desafío para cualquiera. Por ejemplo, la que se encuentra al final de esta vía, frente a Palacio Nacional, tiene tres metros de altura y varios piquetes de policías resguardando las joyerías de la zona. FOTO AMM
FRENAAA le ha arrancado al Presidente López Obrador varias de sus banderas políticas. Su plantón ya tiene su cabeza de playa en el Zócalo desde el miércoles 23 de septiembre. Ellos juran que no se irán hasta que el morenista renuncie a su cargo. FOTO AMM

Divididos como dividida ha estado siempre la izquierda a la mexicana, los morenistas que lanzan loas a la Cuarta Transformación de López Obrador son acallados por los manifestantes de FRENAAA ¡con cánticos zurdos! Oír para creer.

Morenistas de hueso colorado se encuentran alrededor del plantón de FRENAAA y les lanzan puyas cada vez que pueden. Se desgañitan. Los pendejean. Dicen que son blancos, huevones, ‘chayoteros’ y otras lindezas aún más floridas. Mejor no hay que preguntarles por quién votarán para que sea su próximo líder nacional porque los insultos terminan clavados con odio caínico entre sus ‘correligionarios’.

El escritor jalisciense Juan Rulfo sostenía que las dulcamaras eran unas plantitas tristes que apenas si pueden vivir un poco untadas en la tierra y que se agarran con todas sus manos a los peñascos de los que luego penden, tal y como ocurre con la floresta que crece en los campanarios de la Catedral metropolitana, ajenas todas a las pasiones humanas que, una vez más, convergen en el corazón de México. FOTO Arturo Mendoza Mociño

Periscopio CDMX

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