Redacción Periscopio CDMX
El próximo 15 de agosto inicia el curso Mujeres Novohispanas donde se hablará ampliamente sobre la vida y la obra de la Décima musa, como se le llamó, por su talento literario, a Juana de Asbaje, esa monja jerónima que ha pasado a nuestra nuestra historia como Sor Juana Inés de la Cruz.
Juana de Asbaje, nacida en San Miguel Nepantla, en el Estado de México, el 12 de noviembre de 1648, llegó a la corte virreinal de la Nueva España y pudo ser dama de la Virreina Leonor de Carreto gracias a las influencias de su familia.
Su madre Isabel Ramírez decidió enviarla a la Ciudad de México para quedar bajo el amparo de María (su hermana) quien estaba casada con el acaudalado Juan de Mata, que tenía importantes relaciones en la Corte, lo que permitió que Juana ingresara en ella y comenzara a ganarse el favor de algunos miembros importantes de la sociedad, y formar relaciones que más tarde facilitarían su ingreso al Convento de San Jerónimo, donde ahora se encuentra la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Aunque célebre en vida por su erudición y su brillante obra literaria, Sor Juana Inés de la Cruz debió esperar varios siglos para tener el reconocimiento del que ahora goza gracias a los estudios que sobre su obra han realizado los escritores Octavio Paz, Margo Glantz, José Pascual Buxó y Mónica Lavín.
En ese rescate de su obra y su figura también influyó el pintor Jorge Sánchez Hernández, quien nació en la Ciudad de México el 23 de abril de 1926 y falleció el 7 de diciembre de 2016.
Desde pequeño, Sánchez Hernández mostró afición por la pintura, pero al padecer la constante fractura de sus huesos, conocido como ‘hombre de vidrio’, su mamá trataba de mantenerlo quieto, dibujando. En 1945 ingresó a la Academia de San Carlos, en el corazón de la Ciudad de México y tuvo como maestro al pintor alemán Hubertus von Reimer y al pintor italiano Carlo Monteverdi.
En los años setenta, aprovechando el estusiasmo que tenía la familia presidencial de José López Portillo por Juana de Asbaje, el pintor que se especializó en arte neobarroco pintó una célebre colección de 21 óleos sobre la vida de Sor Juana Inés de la Cruz, la cual se expuso en el Museo de la Ciudad de México, el 11 de diciembre de 1978, así como en la Biblioteca Palafoxiana, la Casa de la Cultura y la Sala Agustín Arrieta, de Puebla, en mayo de 1979.
De aquella gloria poética también se hablará en el curso Mujeres Novohispanas.
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