Redacción Periscopio CDMX
Antes de que una fuerte granizada azotara la capital del país y se activara la alerta roja de Protección Civil para las alcaldías de Azcapotzalco, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, Una centena de los autodenominados «anarquistas» volvieron a las calles de la Ciudad de México este lunes 8 de junio con sus ya conocidas prácticas de romper cristales y destruir mobiliario urbano; hacer pintas y saquear los comercios que se encontraban a su paso, así como agredir a los trabajadores de los medios de comunicación. Estas acciones las repitieron durante la movilización que inició en el Ángel de la Independencia, llegar al Zócalo y culminar en las instalaciones de la Procuraduría capitalina, en la colonia Doctores.
¿Las razones de su ira? Melani, su camarada lesionada por dos oficiales capitalinos el pasado viernes 5 de junio en las protestas que varios de ellos emprendieron frente a la Embajada de Estados Unidos y en la Casa Jalisco en la capital mexicana.
Por ella realizaron pintan que rezaban «muera el capitalismo».
Por ella desmontaron cuanta valla se encontraban y que pretendían resguardar edificios y monumentos históricos que terminaron vandalizados por sus sprays multicolores.
Por ella visten de negro, embozados y con mochilas de las que extraen martillos y cinceles para lo que se ofrezca.
¿Y la policía? Ausente.
Porque ninguno de estos jóvenes fue detenido a pesar de afectar el patrimonio de comerciantes del Centro Histórico de todos los rangos desde los que trabajan para corporativos como aquellos que son pequeño propietarios.
Eran las tres de la tarde cuando se empezaron a reunir, ¿serán los mismos que tomaron las preparatorias y colegios de humanidades de la UNAM?
Algunos medios aseguran que esos jóvenes acudieron a su mitín-protesta por cinco mil pesos que recibieron cada uno de ellos, Por su forma estratégica de actuar y la impunidad conque operan, muchos analistas consideran que es un grupo financiado por algún sector que los utiliza para sus intereses políticos.
Durante todo su trayecto, como ya es costumbre también, se confrontaron con los periodistas que cubrían el evento, lanzaron piedras y huevos a varios, e intentaron arrancar cámaras,
Al llegar al Zócalo capitalino se dispersaron y curiosamente no llegaron al Palacio Nacional, pero siguieron vandalizando por otras avenidas principales del Centro Histórico, que es clave en la economía de la Ciudad de México y que se ha visto fuertemente afectada en los últimos mese por las medidas de confinamiento aplicadas para contener la pandemia del coronavius, que llevo a su paralización con grandes pérdidas económicas y afectación a múltiples fuentes de trabajo. Finalmente se dirigieron a la instalaciones de la Procuraduría de la Ciudad de México, ubicada en la colonia Doctores. Ahí también vandalizaron bardas y rompieron ventanas del edificio que alberga a la dependencia.
Redacción Periscopio CDMX