FOTO Angélica Mercado/Periscopio Cancún
Entre Manzanillo y el corazón de la Ciudad de México hay 845 kilómetros de distancia, pero del antojo de un ceviche de pez vela, unos aguachiles o unos chilaquiles con camarones hay sólo un nombre: Fisher’s (5 de Febrero No. 24, esquina República de Uruguay).
Aquí los frutos del mar del Oceáno Pacífico, tal y como se disfrutan en Colima, son la norma y la serenidad, la misma que se aprecia en sus cifras Covid-19 porque es en la pequeña entidad del Occidente donde se han registrado, según el registro del gobierno local del jueves 14 de mayo del 2020, apenas 8 decesos, 60 casos positivos y 18 sospechosos.
Sin duda, de los menores que hay en todo el país.
De hecho, la capital del estado ocupa el último lugar de contagios en el país según información de la Secretaría de Salud: 785 mil 153 (habitantes), 54 (casos) y 6.88 (Tasa km/hab) si se le compara con el primer lugar de contagios en el país: la Ciudad de México con 9 millones 018 mil 645 (habitantes), 11 mil 664 (casos) y 129.33 (Tasa km/hab), el ojo de la tormenta de la pandemia del nuevo coronavirus.
De hecho, la capital del estado ocupa el último lugar de contagios en el país según información de la Secretaría de Salud: 785 mil 153 (habitantes), 54 (casos) y 6.88 (Tasa km/hab) si se le compara con el primer lugar de contagios en el país: la Ciudad de México con 9 millones 018 mil 645 (habitantes), 11 mil 664 (casos) y 129.33 (Tasa km/hab), el ojo de la tormenta de la pandemia del nuevo coronavirus.
uizás eso se debe al uso extensivo de tapabocas de los colimenses tal y como ha registrado en este fotoreportaje Angélica Mercado. Una rigurosa cuarentena. Una pequeña densidad poblacional. El caso de Colima, a través de estas imágenes, permanecerá como el ejemplo de lo que se pudo aplicar en varias latitudes pero que, por desidia ciudadana o por incapacidad gubernamental, no se aplicó a tiempo. Los epidemiólogos del porvenir tendrán aquí un buen punto de partida para investigar que mantuvo a la entidad en el último nivel de contagios en el país.
Angélica Mercado es fotógrafa independiente desde 1992. No contenta con estudiar y enseñar fotografía, también experimenta y escribe en distintos medios lo que descubre sobre ella. «Soy topo de cuartoscuro», se confiesa. Además de sus colaboraciones como reportera gráfica, también es directora de arte en producciones de moda, coordinadora de proyectos de cultura comunitaria, responsable de la Fototeca del Archivo Histórico del Estado de Colima, gestora cultural y colaboradora en la Secretaría de Cultura de aquella entidad. Se enorgullece de que, al ser teórica de esta disciplina estética, se ha especializado también en la difusión cultural de la fotografía.
Redacción Periscopio Cancún/ST