Arturo Mendoza Mociño
Los 49 de San Francisco llegan al Super Tazón LIV de este domingo como el equipo favorito de tantos ante unos Jefes de Kansas City que concentran todas sus esperanzas en un solo hombre con aura de leyenda: Patrick Mahomes.
Otra vez es la historia de una aplanadora ante un joven prodigio de apenas 24 años que lleva en sus espaldas medio siglo de sequía que marcan a los de Kansas City ante unos 49 que anhelan un sexto título para ser iguales a los Acereros de Pittsburgh y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Todo se define hoy en Miami, a las cinco y media de la tarde, hora Ciudad de México, seis y media de la tarde, hora Cancún.
Duelo de individualidades
No hay nadie con mayor presión en esta justa que Patrick Mahomes. Hijo de un beisbolista, Patrick sabe bien cómo son los avatares del deporte de alto rendimiento y cómo afrontar los juegos decisivos. Su agilidad y su brazo preciso le ayudaron a acabar con las desoladoras campañas de Kansas City tan pronto llegó a la franquicia y así fue que los llevó hasta la antesala del Super Bowl pero la pandilla de Tom Brady lo frenó en seco con un marcador 37-31 a una campaña que hubiera terminado convirtiéndose espectacular e histórica para un novato precoz.
Era 2018 y ahora Mahomes pondrá a prueba esa incipiente madurez y tratará de demostrar que el éxito de Kansas City, más allá de sus indudables cualidades deportivas (de 14 juegos disputados tuvo 26 pases de anotación y sólo 5 intercepciones para sumar ¡615 yardas por aire, todo un bombardero!), se deben también por “estar en la organización correcta con los entrenadores y compañeros correctos”.
Otra historia es la de Jimmy Garoppolo, quien fue sustituto de Tom Brady en los Patriotas de Nueva Inglaterra, donde, como jugador secundario, paradojas de la vida, ganó dos Super Bowl, sin jugarlos. Pero ahora es titular y debe llevar consigo a todo un equipo y una afición a resucitar tiempos de gloria.
Hace cinco años fue fichado por 137.5 millones de dólares para jugar en San Francisco en uno de los mayores contratos millonarios de la NFL, pero una lesión en los ligamentos puso en peligro su presencia este día. “(Hasta) hace un año estaba aprendiendo a correr de nuevo, es una locura”, dijo Jimmy G, como apodan al número 10
que busca seguir los pasos del mítico Joe Montana.
Sus números son más modestos que los de su rival. De 16 juegos disputados tuvo 27 pases de anotación frente a 13 intercepciones. No está mal, pero tampoco es espectacular su juego sino más bien es cauto y metódico.
Fue en los juegos divisionales donde se perfiló su eficacia como mariscales de campo. Por ejemplo, en sus duelos ante Texanos de Houston y Titanes de Tennessee, Patrick Mahomes acumuló 615 yardas por aire, registrando ocho pases de anotación sin intercepciones. Sin duda, sobresaliente.
Jimmy Garoppolo, en cambio, sólo consiguió 208 yardas aéreas, con un pase de anotación ante los Vikingos de Minnesota y una intercepción, debido a que el plan del entrenador en jefe de los 49, Kyle Shanahan, fue priorizar el juego terrestre.
Hasta este domingo, la ventaja en lo estadístico es para Mahomes, quien podría convertirse en uno de los grandes íconos de los emparrillados dada su juventud; mientras que Garoppolo ya cuenta con los atributos necesarios para estar en su primer Super Bowl como titular y sacudirse, de buena vez, la sombra de su mentor Tom Brady.
Las otras estrellas
A los 49 de San Francisco los distingue su agresiva, joven y físicamente potenciada defensa. Descollan entre ellos DeForest Buckner y Arik Armstead, quienes oscilan entre los 130 kilos de peso y dos metros de estatura.
No se queda atrás el novato Nick Bosa (ala defensiva), quien no juega como alguien que disputa su primer año en la NFL. Los números del estadounidense son apabullantes: 47 tacleadas, 16 para perder yardas y 25 golpes a mariscales de campo. Es uno de los favoritos para ganar el defensivo novato del año, galardón en el que compite con Josh Allen (linebacker Jaguars), Devin Bush (linebacker Steelers) y Maxx Crosby (defensive end Oakland Raiders).
Otro jugador estrella de los californianos es Raheem Mostert, quien consiguió 220 yardas y cuatro “touchdowns” en el partido final por el titulo de la NFC, ante los Green Bay Packers (37-20), una sobresaliente actuación sólo superada en un partido de playoff por el legendario Eric Dickerson, que recorrió 248 yardas al frente de la delantera de los Rams contra los Cowboys de Dallas el 4 de enero de 1986.
La defensiva de los Jefes de Kansas City no se quedan atrás porque terminó siendo la defensa número 7 en puntos este año, luego de terminar en el puesto 24 la campaña anterior.
Tiene en sus filas a uno de los mejores cazadores de quarterbacks de la competición, Frank Clark quien promedia cuatro capturas por encuentro. Se suman a él Chris Jones en la línea frontal, así como Anthony Hitchens y Tyrann Mathieu, en territorio medio y profundo, respectivamente.
A tomar en cuenta
- Kansas City ha jugado solo dos veces el Super Bowl, la última vez fue hace más de 50 años.
- San Francisco ganó su último Super Bowl en 1995, al cual le antecedieron los de 1990, 1989, 1985 y 1982.
- Joe Montana se retiró como jugador en Kansas City en 1994.
- El Hard Rock Stadium albergará este día a 75 mil personas.
- 100.7 millones de personas vieron el evento en 2019.
- Shakira y Jennifer López estarán a cargo del show de medio tiempo.
- El precio promedio de los boletos fue de 6 mil dólares.
- Cálculo de ingreso por entradas: 420 millones de dólares.
¿Dónde verlo?
CDMX
Cancún
Playa del Carmen
Periscopio CDMX (Con información de NFL, Infobae, As y El País)