Adorado Basquetbol

Glen Keane llevó a la pantalla grande la carta de amor de Kobe Bryant por el deporte que lo cinceló en la inmortalidad deportiva. Su cortometraje recibió el Oscar en 2018

REDACCIÓN Periscopio Cancún

Cancún, Q. Roo, a 27 de enero del 2020.-  La noche del 4 de marzo de 2018 fue otro momento de triunfo para Kobe Bryant.

Ese día, el alero de los Lakers de los Ángeles recibió el Óscar al mejor cortometraje animado por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.

Adorado Basquetbol  detalla la filosofía deportiva del jugador recientemente fallecido a lo largo de cinco minutos. La música del compositor John Williams, el mismo que creó la banda sonora de Star Wars y Harry Potter,  se acompasa con los trazos de Bolhem Bouchiba, Glen Keane, Minkyu Lee y Aidan Terry bajo la dirección de Glen Keane.

Aquella carta de amor

Tras el retiro de Kobe Bryant,  el 29 de noviembre de 2015, el pentacampeón dio a conocer su amor por este deporte que le dio todo. A su misiva la llamó «Adorado Basquetbol»:

«Desde el momento en que empecé a coger los calcetines enrollados de mi padre y tiraba tiros imaginarios para ganar un partido en el Gran Forum de LA, sabía que una cosa era real: Me enamoré de ti Un amor tan profundo que te dí mi todo.

«Mi mente, mi cuerpo, mi espíritu y mi alma.Como un niño de seis años de edad, profundamente enamorado de ti, nunca vi el final del túnel.

«Sólo me veía corriendo fuera de uno. Y por ello corrí, corrí arriba y abajo todas las pistas, después de cada balón perdido, por ti. Tú me pediste empuje, yo te di mi corazón, porque ello vendría con mucho más.

«He soportado el sudor y el dolor, no porque me llamara el desafío, sino porque TÚ me llamaste.

«He hecho todo por TI. Porque eso es lo que tú haces, cuando alguien te hace sentir tan vivo como tú me lo has hecho sentir a mi.

«Tú diste a un niño de seis años su sueño Laker, y yo siempre te amaré por ello. Pero no puedo amarte obsesivamente por mucho más tiempo. Esta temporada te daré todo lo que me queda dentro. Mi corazón puede soportar los golpes, mi mente puede manejar la rutina, pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós.

«Y eso esta bien. Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas. Así que, ahora sí que ambos podemos saborear cada momento que nos queda juntos. Lo bueno y lo malo. Nos hemos dado todo lo que tenemos. Y ambos sabemos que no importa lo que haga después.

«Siempre seré aquel niño, con los calcetines enrollados, la basura en la esquina, 5 segundos en el reloj, el balón en mis manos.

«5… 4… 3… 2… 1

«Te amo, siempre, Kobe».

REDACCIÓN Periscopio Cancún/ST (Con información de Los Angeles Lakers)

 

 

 

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