Flores y mariachis para despedir a Juanga en Garibaldi

Por: Elena González

La notGaribaldi: Juan Gabriel icia corrió como pólvora, con escepticismo, inesperadamente; nadie podía creer que “Juanga”, el más grande ídolo popular de México en los últimos tiempos, había fallecido. Era domingo por la tarde del 28 de agosto cuando se empezó a difundir el deceso de Alberto Aguilera, la ciudad ya reposaba para iniciar una nueva semana y fue sacudida con la noticia.

La gente salió a las calles a llorarlo, a cantarle a homenajearlo. Hubo intento de celebración afuera del Palacio de Bellas Artes, donde una fan invitaba a los paseantes a celebrarlo, “griten, caaaanten chinga” animaba desesperada, pero no tuvo mucha respuesta. Ni porque algunos organilleros se habían instalado ahí también, tocando piezas del “Divo de Juárez”.

Sobre Eje Central un vendedor de discos piratas puso una televisión (análoga) grande, con bocinas, proyectando conciertos de Juan Gabriel. Pero fue en Garibaldi donde la gente quiso rendirle homenaje; ahí, donde se erige su estatua, llegaron con flores, veladoras, tequila y algunos vestidos con atuendos similares a los que usaba “Juanga”. “Mariachi, mariachi, mariachi”, empezaron a pedir y pronto armaron la coperacha para que cantaran los mariachis.

Garibaldi: Juan Gabriel

Como una gran verbena los asistentes cantaban, bailaban y le echaban porras a su ídolo. Su muerte fuera del país hacía más nostálgica su partida. Pese a que su salud se había deteriorado, Juan Gabriel seguía trabajando, en una especie de relanzamiento. No murió abatido en una cama, murió trabajando, actuando, de gira. Sus seguidores en Garibaldi le reconocieron ese mérito coreando: “Si Juan Gabriel viviera, cantando estuviera”

Garibaldi: Juan Gabriel “Yo toqué con Juan Gabriel”
El mariachi Anselmo Guzmán nos compartió su experiencia de haber tocado con Juan Gabriel, cuando el Divo apenas iniciaba y fue a contratar a Garibaldi al mariachi, donde él tocaba.

“Lo conocí hace más de 40 años, delgadito y muy chavo, aquí a la vuelta. Venía a contratar a un mariachi, apenas andaba eso de “No tengo dinero”. Nos contrató esa vez. Todavía no teníamos bien sus canciones, apenas estaba empezando, todavía no las daba a conocer”

El músico reitera su orgullo de haber acompañando alguna vez en sus inicios a quien se convirtiera en el ídolo de México. “Fue un ídolo mundial, porque hasta la orquesta de Percy Faith tocó sus temas. En Bellas Artes hasta contagió a todos los músicos de la Sinfónica, todos estaban bailando, hasta el de los coros, tooodos. Muy ameno su show”, comenta don Anselmo.

Roberto Hernández, otro mariachi, asegura que compañeros músicos del lugar acompañaban a Juan Gabriel en su gira por los Los Angeles. “Me enteré por la noticias de internet que había fallecido. Los compañeros de nosotros estaban ahí, acompañando a Juan Gabriel en Los Angeles, su concierto y cayó de repente la sorpresa, porque uno nunca se magina que vaya a suceder algo así”.

Juan Gabriel

 

Juan Gabriel ocupó los espacios que dejaron ídolos como Pedro Infante y José Alfredo Jiménez. Fue un cantautor versátil que probó y tuvo éxito en diversos géneros como el vernáculo, balada, pop y medio tropical. Tuvo infinidad de intérpretes y en últimas fechas incorporó a las nuevas generaciones, con cantantes como Natalia Lafourcade y Julieta Venegas.

 

 

 

 

Garibaldi: Juan Gabriel

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