Por: R.R
Tres semanas antes
Un día desperté y ¡todo me valió verga!
Tres semanas después
El grano de pozole olía bien raro. Me imaginé intoxicado. El paquete llevaba congelado una semana porque en el día que se reuniría la familia para festejar el Día de las Madres pues había valido madre, así que los dos paquetes de grano para el pozole se habían guardado en el congelador. En el Palominos, la morra del mostrador me aconsejó que el paquete de grano del pozole no se debe congelar porque su sabor cambia mal pedo y se hace “masudo”. A las 9 de la noche, después de atascarme con dos platos de pozole de camarón, me salí de la casa y me fui a la zona Centro, al Hostal Pangea. Ese día, desde muy temprano, en Pangea estaban en chinga con la producción de un evento llamado “Skate Rock Fest Pangea 2016”, el evento anunciado en facebook decía:
Tres escenarios, más de treinta bandas en escena. En el andador izquierdo del Hostal será el Skate Contest y escenario con bandas. Escenario restaurante y sótano bandas y más bandas, uniendo el deporte extremo con el rock, que representa y busca soluciones alternativas por un mundo mejor, el Pangea está en nuestra Sangre. 50 pesitos todas las edades, skate or die.
Llegué tarde al evento. Me metí al Pangea por la puerta del lado de la cocina. El lugar es un edificio de cuatro pisos y un sótano. En el primer piso está el área de restaurante bar que parece una gran sala de casa. Hay un escenario para eventos de música, proyección de películas, pláticas literarias y para lo que se pueda acondicionar el lugar. En el segundo piso están las oficinas del lugar. El tercer piso está dividido en dos partes: un área para ensayos y en la otra está el Acamonchi Art Studio, que anteriormente estaba en la ciudad de San Diego California y en el mes de febrero de este año cambió su estudio a Tijuana en Hostal Pangea. En el cuarto piso se encuentra el área de hostal. Cuenta con unas diez camas y un baño comunal. Este piso tiene un área al aire libre en donde, desde las alturas, se tiene una vista bien chingona de la ciudad. Se puede ver una parte de la calle en donde se encuentra “El Arco del Milenio” o comúnmente conocido como “El Reloj” (construido bajo muchas opiniones en contra en el año 2000) y también se pueden ver bares y hoteles de la zona roja de Tijuana.
Cuando bajaba las escaleras hacia el escenario del sótano, empecé a escuchar música, Era una onda entre Trash y Punk Metal y se veía lleno. Las paredes del lugar estaban pintadas de color negro, con áreas cuadradas color blanco para delimitar un espacio que funcionara como galería. Habían montado una exposición fotográfica llamada “Amorbo”, autoría del fotógrafo Edgar Carrasco. En el lugar había como unas 50 personas frente a un grupo metalero cercado por tres vallas. Del lado izquierdo estaba el guitarrista, de pelo largo, rostro serio, que se encontraba concentrado en lo que hacía. En medio, el vocalista cantando mientras tocaba el bajo; el baterista tocaba con muchos huevos y sonaba bien chingón, al lado derecho el otro guitarrista con su guitarra de color negro y blanco, la banda era Neon Hord. El slam estaba chingón, había un vato bien alto, vestido con una camiseta del “Hombre Araña”, brincando y tirando madrazos y patadas al aire. En algún momento un skato se sentó en el piso con patineta en mano frente al slam. La banda inició otra rola y algunas personas se cayeron sobre el skato. Cuando el grupo terminó de tocar, subí y me encontré a Martín Torres, un promotor cultural que trabaja desde hace varios años en Tijuana. Nos salimos a fumar un rato. Afuera de la entrada del Pangea había varios punks y skatos, algunos platicando, bebiendo y otros patinando.
Un rato después, regresamos al Pangea y en el escenario del primer piso ya se estaba preparando la banda Bajo Prexion, que tocaba ska punk. La banda está integrada por “La Faro”, una morra de 28 años, voz principal y guitarra; en la batería, Alex Zúñiga (baterista del grupo Tijuana No!); Kit, una morra como de 25 años en coros y guitarra y Alan Lezama, en el bajo. Alan es el baterista de la banda punk Solución Mortal. Vigente desde el 83 y considerada como pionera del punk en México. Alan y Faro también tocan en otra banda de punk llamada Verbal Desecration.
Bajo Prexion es una banda que tiene dos años tocando y hacen buen show. “La Faro”, en algunas rolas, deja de tocar la guitarra y a veces se tira en el piso para seguir cantando, tiene mucha energía. Acá en Tijuana casi no he conocido bandas en donde toquen mujeres. Después de algunas rolas, me fui al bar Zacazonapan, pedí una caguama y me puse a hacer tiempo para irme a un evento al Bar Tj Art and Rock Café/You Revolution. El evento se llamaba “El despertar de los Renacidos”. A lo que entendía, es que varias o sino es que todas las bandas que iban a tocar tenían ya un rato de estar inactivas. El género musical era trash, death metal, sick metal, groove metal, heavy metal y pornogore. Yo quería ver al grupo Voces sin Rostro, que tocaban el género trash con death. La mayoría de la música la había compuesto yo, con otros integrantes y con otra banda que se llamó Dioses de Piedra, allá por el año 95, pero unos compas le siguieron con las rolas y posteriormente formaron Voces sin Rostro. En un periodo de tiempo también toqué con ellos. Ya habían pasado casi seis años desde la última vez que toqué con la banda y ahora los volvería a ver, pero yo como público.
Habían pasado como 20 minutos y seguía recargado en la columna, al lado de la rockola. Me saludó un compa que no veía desde hace mucho tiempo: Carlos Ascencio. Lo conocí cuando le hice un video a la banda en la que él tocaba la batería, se llamaban Aeroplanos. La banda había ganado en el 2008 el “Rock Campeonato Telcel” en Tijuana y en abril del 2011 anunciaron su separación definitiva. Tiempo después, el cantante y uno de los guitarristas, junto a otros músicos y formarían Glasmus.
Ya eran casi las 12 y media de la mañana, cuando me despedí de Carlos y me fui al Tj Art and Rock Café/You Revolution. Según el horario del evento, Voces sin Rostro tocaba a las 12 y media. TJ Art and Rock Café/You Revolution, está en un tercer piso, sobre la Av. Revolución, en el Centro, entre las calles Sexta y Séptima. En cuanto entré, me encontré a José Luis, un amigo de hace varios años atrás. Él empezó como promotor, con Animal House Productions y producía eventos de metal, después puso el Tj Art and Rock Café, sobre la calle sexta en zona Centro. Era un espacio en donde se hacían tocadas, se impartían talleres, era galería, ensayaban grupos de música, danza, teatro y se aprovechaba para conferencias. Era un lugar al que le cabían unas cien personas aproximadamente. Durante ese tiempo, junto con sus amigos, crearon el festival “Tijuana Progresivo”. En la edición del 2010 participó el grupo Cabezas de Cera, de la ciudad de México. Tiempo después, se pasó para un espacio mas amplio en donde armó un escenario grande y el lugar tenía una capacidad para 700 personas, pasaron varias cosas y decidió hacer una alianza con otro lugar: You Revolution, actualmente continúan en alianza.
–¿Qué onda José Luis, como te va?
–Bien, ya sabes, acá dándole al trabajo. Oye, los Voces Sin Rostro están allá atrás para que los saludes.
–Órale, gracias, voy pa ya.
Me dio mucho gusto verlos. El cantante ya se había casado, uno de los ex guitarristas también; me encontré a Pablo, otro compa que tenia años sin verlo. Él tocaba el bajo en una banda que se llamó Unfaithful, allá por el año 2002 y ahora tenía una agencia de diseño y publicidad en redes sociales. La alineación actual de Voces Sin Rostro es Luis en la guitarra rítmica, Carlos en la voz, Armando (baterista en otra banda llamada Rebirth by Fire) en la batería, Daniel como Lead Guitar y en el bajo, Hugo.
Diarrea Mental
Voces Sin Rostro cerró la noche y tocaron siete canciones en 35 minutos. Fue muy chingón ver a la banda, me trajo muchos recuerdos musicales y, sobre todo, una diarrea mental que hizo que me acordara de cuando tocaba sobre un escenario. Normalmente cerraba los ojos y veía un carrete de película y en cada cuadro veía cosas de mi vida pasada, la presente y hasta podía ver el futuro. Esa noche me acordé de mi primera guitarra: una acústica de Paracho que había sido de una de mis tías. Me acordé que a los 11 años fue mi primera presentación musical en un escenario, un día 10 de mayo, frente a un público de 200 mamás. Tocamos las “Mañanitas” y “Página Blanca”, un compañero y yo tocábamos los requintos. Me acordé cuando fuimos invitados a tocar grindcore en unos quince años y las señoras hacían slam. Recordé cuando usaba pantalones de licra, una peluca y lentes negros para tocar la rola de “Heavy rock” mientras me moría de nervios, o cuando me fui de gira con una banda durante casi dos meses y cuando la tuve que dejar. También recordé aquella vez cuando me bajé del escenario y una chica se acercó y me dijo: “quiero coger contigo”.
El evento terminó como a las 2 de la mañana. Me despedí de mis amigos y me regresé al Pangea a ver si aún seguía la fiesta. En el camino me encontré a dos compas Alex y el Lalo.
Estaban comiendo unos hotdogs en un carrito de esos de la esquina de la Avenida Revolución. Alex es el bajista de Verbal Descecration, Lalo pertenece a Satan Crew, un colectivo enfocado en el skate, hacen videos, venden tablas de patinetas, hacen serigrafía y participan en eventos de música. Los conocí más por mi compa Alan. Algunas veces fuimos a enfiestarnos bien cabrón. Yo llegaba a la casa a las 4 de la tarde del otro día con los ojos bien hinchados de tanto rokcanrol.
Llegué al Pangea y ya casi no había gente. En la entrada me encontré al “Cachuchín”, el cantante de DFMK, una banda de Tijuana que toca puro rock and´roll. Al “Cachuchin” lo conocí en el 2002, en un evento que yo había organizado y la banda en la que tocaba se llamaba Cuatro Eli.
El día sábado 26 de marzo de ese mismo año, DFMK había tocado en San Francisco y venían de regreso hacia Tijuana, en el camino venían a bordo de Vanessa, una Van Econoline de 1997, que por una fuga de aceite se les incendió. El resultado fue que sólo les quedó la ropa que traían encima, perdieron todo: instrumentos, amplificadores, mercancía, algunos pasaportes y la Van.
Después de un rato llegaron unos amigos de DFMK, los de Local Manifesto, una revista digital de la ciudad de Ensenada, Baja California, los cuales hicieron un reportaje a la banda. Me despedí del “Cachuchín” y entré a Pangea. Después llegó un compa que tiempo atrás me había presentado Alan, el Ismael. Lleva de músico 27 años y alguna vez tocó con Alan en Solución Mortal, entre otras bandas, como Misus, Cofradía Secreta, Vena, Muerte Moral, etc. Después de cerrar, nos fuimos al sótano a platicar. Hablamos sobre continuar los proyectos a pesar que se pusiera culera la situación. Después sacaron el gallo y estuvimos platicando por más de una hora. Eran más de las 4 de la mañana y me despedí de mis compas. Tomé el taxi hacia mi casa, me bajé frente al panteón y como es costumbre después de que una vez me quisieron asaltar, agarré una piedra del tamaño de mi mano y caminé rumbo a casa. Al final del día ya no me valía verga todo, como antes.