Por: Luis Eduardo Alcántara y Elena González.
Garibaldi, templo de la fiesta mexicana y cuna del mariachi, cerró 2010 (año del Bicentenario de la Independencia y Cen- tenario de Revolución en México) con un nuevo rostro, con la idea de reposicionarse como uno de los atractivos turísticos más importante de la tierra azteca. Con una inversión que rebasó los 200 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Turismo del Distrito Federal, el rescate de Garibaldi representó una importante apuesta para el gobierno capitalino. La remodelación incluyó la construcción de nuevas edifica- ciones como el Museo del Tequila y el Mezcal, la Escuela del Mariachi, además, el remozamiento del mercado de San Ca- milito, la plaza principal y sus callejones, la instalación de un Jardín del Agave y el “Paseo de las Figuras Artísticas”, ubicado en la cerrada de Honduras, donde se encuentran estatuas de figuras representativas de la música vernácula como son José Alfredo Jiménez, Lola Beltrán, Pedro Infante o Cuco Sánchez.
Una polémica manita de gato
A la par de la remodelación, el gobierno capitalino conjuntamente con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia, puso en marcha el programa “Garibaldi seguro”, que incluye acciones como mayor presencia policiaca en la zona, instalación de cámaras de video vigilancia y la credencialización de los mariachis.
El registro estuvo a cargo de la Secretaría del Trabajo local. La licencia, que se les otorga como trabajadores no asalariados, contiene fotografía y datos personales; así como el tipo de grupo musical al que pertenecen, el sitio y horario donde ofrecen sus servicios.
La medida, cuya finalidad consiste en garantizar a los clientes la autenticidad de los músicos, fue avalada por la Unión Mexicana de Mariachis, agrupación que también expide credenciales.
Remodelación a ritmo de Huapango
En un sondeo que realizó Periscopio para conocer la opinión de los músicos acerca de la credencialización y el rescate de la plaza, la mayoría coincidió en que es un beneficio que impedirá la filtración de improvisados o delincuentes en su oficio, el cual generalmente heredan a sus hijos.
En entrevista, Felipe Luna Sosa, tesorero de la Comisión de Festejos de Santa Cecilia de la Unión Mexicana de Mariachis, que agrupa a cerca de 2 mil 500 mariachis, reconoció los beneficios del programa “Garibaldi seguro”. “Ha disminuido la delincuencia, pues los policías ya están día y noche, gracias a la delegación que nos ha apoyado en esto”, comentó.
Con 49 años de servicio, el mariachi José Guadalupe Ramírez opinó que los cambios en la tradicional plaza son positivos; pero consideró que merman un poco su tradición.
“El museo del tequila le quita la vista a la avenida. Nosotros no vivimos del turista extranjero, vivimos del turista mexicano”, señaló.
Mientras José de Jesús Hernández, con 52 años de servicio, señaló: “Bien el programa de credencialización, para evitar tanta gente desconocida, pues ya hay poco trabajo. A nosotros no nos piden credencial, es para los que tengan 30 o 20 años”. Una opinión diferente tiene don José Pérez Jaco, quien además de músico es compositor y actor. Con 60 años de servicio, Pérez Jaco señaló: “Está bien, todo lo que haga el gobierno está bien. Ellos hacen los gastos, ellos hacen todo”. El compositor, quien tiene un su haber más de 140 canciones y que asegura haber llevado la música mexicana a muchos países, señaló que la afluencia en Garibaldi sigue en ascenso, e incluso los sábados y domingos no cabe la gente en la plaza.
En el mismo sentido se expresó Karina, una joven de 25 años que atiende uno de los locales de comida del legendario mer- cado de San Camilito, que opera las 24 horas del día: “La remodelación nos benefició, viene un poco más de gente. Yo pienso que no se pierde la tradición, es para mejorar… Cambiaron las campanas, pusieron rejas, acomodaron el pasillo, arreglaron los baños”.
En las inmediaciones de Garibaldi operan diversos centros nocturnos que integran una especie de circuito con la tradicional plaza. “Mucha gente va a bailar y luego se traslada hasta allá para curársela. De ahí se amanecen. Muchos vienen por birria y cerveza. Le llegan gran cantidad de chavos a los bares que están alrededor. La mejor época es el 15 y 16 de septiembre, 14 de febrero y 10 de mayo”, comentó Karina.
Músicos de corazón
Los músicos de Garibaldi realmente tienen pasión por su oficio, pues sus ingresos no son muy alentadores, yaque pueden pasar varios días sin ganar un quinto; pero no deser- tan, la mayoría de los entrevistados llevan décadas ahí, heredando su oficio a las nuevas generaciones.
“Las canciones, hay de muchos precios van de los 70 a los 200 pesos, depende de la calidad del mariachi, porque no todos tocamos igual. Un mariachi de 200 son los que siempre andan con los artistas, como Pedrito Fernández, cuando no tienen trabajo vienen acá. Y se oye que cobran hasta 300 pesos”, comentó José Guadalupe Ramírez.
José de Jesús Hernández dijo al respecto: “Desde 2002 em- pezó a decaer. Cualquier día puede ser bueno. A veces, nos vamos a dormir sin nada y así nos pasamos hasta 5 días. Ya no es como antes, ya no es lo mismo”.
De acuerdo con datos de la Unión, el ingreso promedio de un mariachi es de 3 mil pesos al mes. El museo del tequila consta de dos pisos, muros opacos de cristal y un área de dos mil 220 metros cuadrados y se edificó en el espacio que ocupaba El Parián, espacio techado donde los mariachis se resguardaban del clima mientras esperaban clientes.