TIN TÁN. ¡¡¡Ya llegó su ‘pachucote’!!!


Tin Tan

Por: Nabor

Se dice que lo ven caminar a deshoras de la noche por la calle Regina; otros, que de pronto lo ven por Eje Central, justo frente al Cine Teresa, en su auto “cocodrilo” con dirección a Garibaldi, buscando la fiesta o sólo dando el rol, con un par de muchachonas, una guitarra y su inseparable carnal Marcelo al volante.

O tal vez ande buscando una antigua vecindad de la Avenida Hidalgo, donde ahora es un hotel, ahí dicen que nació Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo, en pleno Centro Histórico de la ciudad de México, el 19 de septiembre de 1915; aunque otros dicen que nació en el puerto de Progreso, Yucatán; lo cierto es que nació, y fue uno de los más grandes comediantes del cine na- cional mejor conocido como Tin Tan, cantante y también actor de doblaje que jugó trompo, balero y las tamaladas de burro.

Soy el fantasma pachuco,pachuco de oro,
ángel del barrio
pa’ servir a usted.

En los salones de baile
los bailadores
me invocan
al decir:
¡Quiubas mi rey!.

Andaba penando por el Cine Teresa
cuando de pronto en una esquina lo vi,
un cocodrilo taxi de mis 50’s
rodando muy cuco
iba el catrín.

El cocodrilo en la calle
es la memoria
y las historias de la gran ciudad.
(El Cocodrilo – la Maldita Vecindad)

 

Yo ya estoy convencido, de lo que a mi me pasa
que hay algo aqui escondido, y es dentro de esta casa
un espejo que habla, una vida regalada
y mujeres y mujeres, que son mi debilidad…

Vámonos Marcelo!!
(Calabacitas Tiernas – Jaguares)

 

Debido a su gracia y versatilidad, pasaba de actor a cantante o los dos juntos, o como saliera más barato, con una carga de humor en ambas interpretaciones, siempre de la mano de su carnal Marcelo. Una de las interpretaciones más memorables es la canción “Bonita”, de Luis Arcaraz, en la película “Músico, poeta y loco”, y también “Contigo”, en la comedia arrabalera “El rey del barrio”, rompiendo toda solemnidad al melodrama mexicano. Después de más de 60 años, el rey, sigue siendo del barrio y sigue “Cantando en el baño”.

Apareció en más de cien películas, entre ellas: “El bello durmiente”, “El ceniciento”, “¡Mátenme porque me muero!”, “El Hijo desobediente”, “Las aventuras de Pito Pérez”. Hizo doblajes en “Los Aristogatos”, donde prestó su voz al gato O’Malley; en “El Libro de la Selva” es la voz de “Baloo”.

A él debemos que anden dispersos por la ciudad varios pachucos, como si de sus hijos olvidados en este siglo se tratase, popularizó y dignificó el papel del Pachuco, y tal vez sea él el pachuco más famoso; estereotipo que definía a un joven estadounidense de origen mexicano (chicano), se caracterizaba por usar ropa llamativa: traje con pantalón muy holgado, ceñido en la cintura y en los tobillos; saco largo con amplias solapas y hombros amplios; sombrero tipo italiano a veces adornado con una pluma, el pantalón se vestía con tirantes y se adornaba con largas cadenas a un costado, con zapatos estilo francés bicolor generalmente blanco y negro.

Dicen que se fue un 29 de junio de 1973 persiguiendo a Pedro Infante y a su car- nal del alma Marcelino Marceliano para comprobar que También de dolor se canta.

 

No sé cómo te atreves
A vestirte de esa forma
Y salir… así.

Tin Tan

En mis tiempos todo era elegante
Sin greñudos y sin rock.

En mis tiempos todas las mujeres
Eran serias no había punk.

Hey pa, fuiste pachuco,
también te regañaban.
Hey pa, bailabas mambo,
tienes que recordarlo…
(Pachuco – la Maldita Vecindad)

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